Con el propósito de ampliar y acondicionar sus instalaciones, para prestar la atención a los usuarios bajo los más elevados estándares de calidad y comodidad, la Defensoría del Pueblo demolió este domingo, mediante el sistema de implosión, las torres A y B de su hasta ahora tradicional sede de Chapinero en Bogotá.

La implosión estuvo a cargo de la firma Voladuras Controladas de Colombia, subcontratada por el Consorcio San José, responsable de las obras de renovación.

La actividad fue ejecutada bajo estrictas medidas de seguridad y contó con la participación del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático, la Alcaldía de Chapinero, la Secretaría de Ambiente, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos de Bogotá, la Defensa Civil y las empresas de servicios públicos de la ciudad.

“Esta demolición hace parte de las obras de renovación en esta sede, con la cual podremos tener instalaciones renovadas y siempre brindar la mejor atención para los ciudadanos que acuden a la Defensoría”, destacó la institución.